sábado, 8 de enero de 2011

DESAGÜES PLUVIALES DE LA CUENCA CANAL CLAYTON DE BARRANQUERAS- CHACO

Las Obras Publicas y el impacto en los ciudadanos
Por Arq. Gustavo J. Romero

Se encuentran en su punto de culminación las obras correspondientes a los DESAGÜES PLUVIALES DE LA CUENCA CANAL CLAYTON DE BARRANQUERAS – CHACO- ARGENTINA.


Sin duda alguna que estar en las proximidades del final de una obra de tal envergadura e importancia, llena de orgullo y significa para todos los actores involucrados, una gran satisfacción por el deber realizado. Lo digo por haber sigo testigo privilegiado durante el transcurrir de la obra desde su inicio, ya que fui convocado a realizar diversos informes para la empresa constructora que se encuentra realizando los trabajos correspondientes. Dichos informes técnicos contemplaban aquellos aspectos que muchas veces se dejan de lado y que tiene una vital importancia en el impacto que dichas obras llevaran a la comunidad, en este caso, de la ciudad de Barranqueras, Chaco. Las tareas consistían en relevar y constatar el estado edilicio, de manera anticipada en todas y cada una de las viviendas que se verían afectadas por la traza que la obra llevaría. La traza comprendía las calles Brown, Saavedra y av. Gaboto de la localidad portuaria.
Para ello el jefe de obras de la empresa JOSE ELEUTORIO PITON S.A., con mucho acierto convocaba a reuniones informativas con el objetivo de comentarles a los vecinos frentistas de las calles afectadas por la traza, sobre todos lo pormenores de la obras, beneficios e inconvenientes que, inexorablemente conllevan.
Es imprescindible mencionar que la recepción y aceptación por parte de la mayoría de los vecinos fue muy satisfactorias. Mucho más si tenemos en cuenta que no estaban, ni están acostumbrados a que los funcionarios publico y/ó profesionales de empresas constructoras, se acerquen y les informen sobre las distintas tareas que se realizaran frente a sus casas.



Aspectos relevantes


Dichas reuniones, así como las tareas que nos fueron encomendadas, arrojaron sin dudad muchos temas para el análisis y la reflexión, que van mas allá de los aspectos sociales y técnicos que puedan contener. Sin duda lo que más quedó reflejado fue la necesidad de una relación mucho más fluida entres los funcionarios de turno, empresas y los ciudadanos.
Un primer aspecto a mencionar tiene que ver con los funcionarios públicos que se dedican a la gestión y elaboración de cada proyecto como el que aquí se menciona. Ellos deben necesariamente conocer el ámbito en el cual la obra se llevará a cabo. Las idiosincrasias de las personas suelen se dispares, mucho mas en localidades en las que permanentemente y durante muchos años para atrás, vivían inundándose por efectos de las aguas de lluvias. Siempre es muy saludable que se hagan presente en el sitio, que dialoguen con los vecinos, que abandonen el escritorio y se pongan en contacto con la realidad, que a veces suele ser bien diferente que aquellos que se detallan en los informes previos. Esto hace sentir bien al vecino, se siente tenido en cuenta, respetado y obviamente lo predispone de manera diferente para poder enfrentar aquellos inconvenientes que que este tipo de obras suelen presentar. Un funcionario no solamente debe aparecer para sacarse las fotos de rigor y cortar la cinta ó entablar un discurso grandilocuente, que a veces hasta suele ser muy monótono, aburrido y recurrente. En este caso no pongo en discusión si aquellos funcionarios provinciales, de los organismos ejecutores fueron o no, si dialogaron con los vecinos o no, es algo que no puedo afirmar ni desmentir, tampoco es el fin de este articulo, solo me permito sugerir lo que me parece que contribuiría una mejor relación con el ciudadano.
El segundo aspecto me toca un poco de cerca ya que pude comprobar la relación que la empresa constructora, a través de los profesionales encargados, tuvieron y tiene con los vecinos. Quizás peque de imparcial, pero a través de las reuniones informativas se logro un acercamiento que muchas veces, ó no se da ó es muy frío y distante. Lo ideal siempre es bastante difícil de lograr pero creo que con voluntad y buen juicio, se puede lograr la solución de aquellos inconvenientes que se puedan presentar. Siempre habrá aquellos que se sientan disconformes, y quizás con justa razón, pero creo a mi modesto entender que se llevaron a cabo todas las tareas necesarias para que el vecino tengan la menor cantidad problemas posibles.
El tercer aspecto a tocar es el que compete a los vecinos, beneficiarios directo de esta obra. No siempre debemos arrogarnos la investidura de ser dueños absolutos de la verdad (en muchos casos sin información y con total desconocimiento del tema) ante cualquier reclamo. Pues toda obra como esta, lleva sus contratiempos, sus cosas impredecibles y otras que resultan muy difícil de planificar, aún, por grupos de profesionales de tanta experiencia y calidad.
Los ciudadanos debemos entender, que desde la información, la participación y el compromiso, podremos lograr que el beneficio sea para todos, ese objetivo ó premio tan deseado. Este seguramente llegará tarde ó temprano sin la necesidad del entorpecimiento y el aprovechamiento circunstancial, casi metódico, que algunos tienen como estilo de vida. No perderé el tiempo ni desaprovecharé este espacio en mencionar las cosas que he visto y escuchado, hay personas que no merecen que me ocupe de ellos.
La crítica, la que siempre deberá ser fundamentada desde todos los aspectos, técnico y político, es la herramienta más sana que podemos utilizar ante una disconformidad, con el dialogo respetuoso como nexo para que sea efectiva.

La experiencia personal


A lo largo del transcurrir de la obra hemos, junto a mi fiel compañero, socio y amigo, transitado por miles de situaciones, desde el ser ignorado, no atendidos hasta el enojo fácil con quien se tiene enfrente. Claro que es justo mencionar que el 80% de las personas comprendieron el rol y la tarea que llevábamos a cabo y que constatar el estado de las viviendas antes de que pase un sola maquina por frente a su domicilio era un respaldo para todos.
A un año de haber comenzado con estas tareas solo me cabe como reflexión, decir que todavía estamos un poco lejos de comprender el verdadero concepto e importancia de una obra publica, lo que significa para un gobierno y para un ciudadano, cuales son los elementos que debemos tener en cuenta para que tales obras se lleven a cabo de manera simple, rápida y efectiva. Sin duda fue una experiencia en la cual el componente social tuvo el papel fundamental. Ver cada una de las viviendas, de todas clases sociales, de todo tipo de materiales, y por sobre todo habitado por personas distintas en su manera de pensar, es algo que creo que nos marcara en todo el transcurso de nuestra vida profesional.
El impacto que tienen estas obras en una ciudad, directa e indirectamente, debe ser cuidadosamente estudiado de manera de que al concretar la ejecución de las mismas, Nada de dejarse ligado al azar, ni el más mínimo detalles, ni la más mínima información, que lleve a la elaboración de un mejor proyecto y una mejor ejecución de obra.


Hace poco leí un artículo de Antonio Peña Jumpa, Ph.D por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Profesor de Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Perú, se llama “Obras públicas, daño público y desastre (urbano)” en el cual relataba una reciente obra en Perú y sus consecuencias negativas sobre la población. Lejos de comparar en dicho artículo decía algo que me pareció relevante y aplicable para el caso de los desagües del canal Clayton. “Las obras públicas son los medios cómo se desarrolla un país físicamente. Son la “cara” de un país que muestra como su población puede vivir cómodamente” y tiene razón.

¿Qué ocurre si la obra pública en lugar de producir beneficios produce daños proporcionalmente mayores?

Seguramente una vez que los DESAGÜES PLUVIALES DE LA CUENCA CANAL CLAYTON DE BARRANQUERAS, estén terminados en su totalidad, podamos hacer un análisis definitivo, más preciso que nos lleve a poder responder dicha pregunta con mayor certeza, teniendo en cuenta la experiencia vivida. Quizás no sea yo quien deba hacerlo. Seguramente serán los ciudadanos, aquellos quienes disfrutaron de lo bueno y padecieron lo malo. Siempre habrá pequeños detalles que se deberán corregir, pero lo importante es disminuir el margen de error para que no sea el ciudadano el que tenga que cargar con las consecuencias de las improvisaciones, los malos estudios, los malos proyectos y las malas decisiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario