No puedo evitar pensar cuantas soluciones podríamos proponer para nuestra ciudad, utilizando conceptos similares, como los enunciados en el artículo que aquí presento. Me viene a la mente el caso de los asentamientos ó barrios ubicados por sobre la av. Soberanía nacional, en la ciudad de Resistencia, Chaco, es un caso ejemplar sobre la necesidad de un sector de población para poder acceder a los servicios básicos como el transporte, la salud, las seguridad, por ejemplo. Entender que son los habitantes del lugar quienes nos darán los datos que necesitamos para el correcto diseño de buenos servicios, y que es deber del funcionario acudir en su busqueda, es a mí entender, el desafío más importante en busca de una ciudad más equitativa y a la vez más ordenada.
Arq. Gustavo Romero
Servicios públicos creados en primera persona
Autor: Laura Fernández
En las residencias para personas con demencia senil, uno de los problemas habituales es la tendencia de los enfermos a escaparse del centro, y muy a menudo acaban perdidos en una ciudad que no reconocen. Frente a la opción de encerrarlos dentro de las instalaciones, el hospital alemán Benrath Senior Center ha dado con otra solución. Tras observar que los pacientes tienden a buscar servicios de transporte, el centro ha instalado una parada de autobús falsa enfrente del hospital. Los enfermos van hasta allí y se sientan a esperar, de forma que a los cuidadores les resulta mucho más fácil encontrarlos.
Los métodos de resolución de problemas que se utilizan en el pensamiento de diseño son una vía para encontrar nuevas soluciones a cuestiones complejas como el tratamiento de personas con enfermedades mentales. También dentro del ámbito del Alzheimer, la organización británica Thinkpublic -una empresa especializada en el diseño de servicios públicos-, inició en 2007 el proyecto Alzheimer100, un programa dirigido a investigar las necesidades de las personas con esta enfermedad. Para desarrollar el estudio, en lugar de seguir los métodos tradicionales se realizaron talleres donde los pacientes aprendieron a hacer entrevistas y a usar herramientas de grabación de vídeo, de forma que fueron ellos quienes recabaron la información, dando una visión propia de lo que significa vivir con esta enfermedad. A partir de ahí se implementaron nuevos servicios y se puso la información del estudio a disposición de otros centros y entidades que trabajan con esta enfermedad, a través de la web del proyecto.
La misma metodología, basada en incluir a los usuarios en el diseño de soluciones con procesos visuales y prácticos, puede trasladarse también a la mejora de los servicios sociales y a la atención de colectivos vulnerables. Es el caso de Gimsby, una área deprimida de Lincolnshire, en Gran Bretaña, donde la población sufre problemas de drogodependencia, pocos recursos y desempleo. Los habitantes además tenían muy poca confianza en los servicios públicos, viéndolos incapaces de solucionar sus problemas, así que el Departamento de Salud decidió poner en marcha un proyecto para crear un nuevo centro, y pidió la colaboración del diseñador Martin Bontoft. El proceso se enfocó de forma colectiva, con la participación de la gente del entorno y expertos independientes de diferentes áreas. En los talleres y las entrevistas se demostró que la mayor parte de las necesidades de la población tenían que ver con problemas sociales, emocionales y psicológicos, así que a raíz de la investigación se decidió crear un centro único donde la gente se sintiera segura y no juzgada, Open Door, un espacio que ofrece bajo el mismo techo diferentes servicios tanto sanitarios como sociales, desde atención primaria y terapia hasta duchas públicas, talleres de arte y de cocina y asesoramiento para recibir ayudas sociales.
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Excelentes ideas
ResponderEliminarDaniel
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